El dosificador de invernada automático es un sencillo, económico y cómodo sistema, especialmente diseñado para el mantenimiento del agua de la piscina durante la época en que esta no se utiliza. Favorece la limpieza, recuperación y puesta a punto del agua de la piscina a principios de la temporada de baño.
Está formulado para proporcionar un efecto desinfectante, floculante y algicida en las proporciones adecuadas a las necesidades del agua de las piscinas en invierno.
Se recomienda, inicialmente y para partir de un agua en buen estado, añadir 15 gr. de cloro granulado de choque por cada m3 de agua.
Transcurridas 2 horas, ajustar el pH del agua entre 7,2 y 7,6. Para piscinas de mas de 100 m3 poner otro dosificador por cada 100 m3.
Se aconseja que permanezca en el centro de la piscina.
Se debe medir periódicamente el nivel de cloro para que se encuentre entre 0,6 y 1,5 ppm.
Tapar o hacer más agujero en función de esos valores.</p><p></p><p>Dos o tres dosificadores serán suficientes para mantener una piscina de 50 m3 hasta la llegada de la nueva temporada del baño. Este consumo dependerá de las condiciones climatológicas/geográficas en las que se encuentre la piscina.
Cuando flote de lado deberá cambiarlo por otra unidad de de dosificador de invernada automático.
Dosificador de invernada automático: un envase de 2 Kg.
Mantenimiento del agua durante el invierno Efecto desinfectante, floculante y algicida.
Sistema de fácil uso y cómodo.
Exento de cobre.
No usar en piscinas elevadas ni de LINER.
También disponemos de este invernador en formato pack ahorro
Mantener fuera del alcance de los niños. Guardar bajo llave
Mantener alejado del calor, de superficies calientes, de chispas, de llamas abiertas y de cualquier otra fuente de ignición
En caso de incendio, para la extinción no usar nunca agua
Evitar respirar el polvo
Lavarse concienzudamente tras manipular el producto
No comer, beber ni fumar durante su uso
Llevar guantes, prendas y gafas de protección. En caso de ventilación insuficiente, llevar equipo de protección respiratoria
Almacenar en un lugar bien ventilado.
Mantener el recipiente herméticamente cerrado
Evitar su liberación al medio ambiente. Recoger el vertido. Eliminar el contenido y el recipiente conforme a la normativa local